En este artículo te contaremos los trucos de los estoicos para una eficaz gestión del tiempo.
Los malos hábitos de sueño, un estilo de vida poco saludable y la simple insatisfacción son subproductos de una vida mal administrada. El deseo (satisfacción a corto plazo), es el enemigo principal de la gestión adecuada del tiempo.
Sí, la gestión del tiempo es extremadamente difícil. Es un proceso interminable de eliminación y de refinado constante. Afortunadamente, los filósofos estoicos como Marco Aurelio, Séneca y Epicteto tenían una valiosa información sobre cómo podemos administrar nuestro tiempo de una forma más efectiva. Aquí hay 5 consejos sobre cómo administrar tu tiempo como un estoico.
Qué es la gestión del tiempo ⏳
La gestión del tiempo se puede definir de una forma simple como la forma en la que organizamos nuestro día a día. Esto es muy importante puesto que si la gestión de nuestro día es óptima seremos más productivos y podremos conseguir nuestros objetivos 💪.
No es que tengamos poco tiempo, es que perdemos mucho.
Séneca
Cómo mejorar la gestión del tiempo 🔝
Muchas páginas te dan multitud de herramientas para mejorar tu gestión del tiempo. En Eres Estoico creemos que eso no sirve para nada si no tienes la actitud adecuada. Para ello aquí verás 5 lecciones que cambiaran tu forma de ver la gestión del tiempo.
- Remplaza la procrastinación por la gratificación retrasada.
- Usa tu tiempo en las cosas que importan.
- Parar es importante.
- Domina los tres tiempos.
- Guarda tu tiempo como si fuera un tesoro.
Trucos para la gestión del tiempo 📅
1. Remplaza la procrastinación por la gratificación retrasada
Aplazar las cosas es la mayor pérdida tiempo: nos arrebata cada día a medida que se acerca y nos niega el presente prometiendo el futuro.
Séneca. Sobre la brevedad de la vida.
Con qué frecuencia nos decimos a nosotros mismos: “Lo haré más tarde” o “Eh, no tengo ganas de hacerlo”. En el momento te sientes bien, pero después seguro que te comes la cabeza.
Para nosotros es obvio que los estoicos eran hombres de acción. Marco Aurelio, el emperador romano y talentoso filósofo, encontró tiempo para escribir su diario durante las campañas militares y la agitación política. Epicteto también, a pesar de haber nacido en la esclavitud y sufrir una lesión debilitante en la pierna, logró abrir numerosas escuelas de filosofía y labrarse una reputación legendaria. Cuando postergamos no estamos cumpliendo las tareas que nos asignaron, ni estamos gastando nuestro tiempo fructíferamente. Estamos viviendo en algún lugar de nuestras cabezas donde físicamente no estamos.
En lugar de permitirnos posponer las cosas importantes, siempre podemos dividir nuestro trabajo en breves estallidos de acción. Por ejemplo, cada treinta minutos de trabajo podríamos descansar cinco minutos y recompensarnos con algo que nos guste. Esto nos permite participar momentáneamente en las actividades que disfrutamos, pero también utilizarlas como refuerzos positivos para el comportamiento productivo. Tenemos que resistir esos impulsos de mirar la televisión durante horas, jugar a videojuegos toda la noche y perder el tiempo en general. Si podemos aprender a retrasar la gratificación instantánea que viene con la impulsividad y completar nuestras tareas de manera oportuna, estamos haciendo un mejor uso de nuestro tiempo. Los estoicos lo sabían mejor que nadie: no hay tiempo que perder.
2. Usa tu tiempo en las cosas que importan
Lo mejor no se crea de la nada, así como un racimo de uvas o un higo. Si me dices que quieres un higo, te diré que debes darle tiempo. Deja que primero florezca, dé sus frutos y luego madure.
Epicteto. MANUAL DE VIDA.
A veces nos vemos obligados a hacer las cosas con prisa. Tal vez nuestro jefe nos está presionando para cumplir con ciertos plazos, o tal vez es nuestra propia presión interna; nuestros propios plazos internos. Vivimos en un mundo acelerado donde todo es una emergencia. Pero si realmente deseamos mejorar nuestras habilidades de gestión del tiempo, es más importante que reduzcamos la velocidad y nos quedemos quietos.
La gestión del tiempo se parece mucho al tiro con arco. Para alcanzar nuestro objetivo (o plazos) tenemos que desconectarnos mentalmente de nuestro impulso de apresurarnos y darles la vuelta rápidamente. Tenemos que ver nuestro trabajo con una mente objetiva y clara. Es más fácil decirlo que hacerlo, sin duda. Pero puede hacerse.
Debemos tener en cuenta que el hecho de relajarnos es consistente con nuestra doctrina guía de vivir de acuerdo con la naturaleza. La naturaleza exige que ciertos procesos tomen largos periodos de tiempo. Como el crecimiento de una Secuoya, o como señaló Epicteto, el florecimiento de una higuera. Cuando sentimos que necesitamos apresurarnos, ya es demasiado tarde; no hemos logrado administrar adecuadamente nuestro tiempo en esta tarea. Apresurarse a veces es inevitable, por supuesto, pero sería ignorante no tomar el consejo de Epicteto y retrasarlo en las cosas importantes. El trabajo de calidad lleva tiempo. Así ha sido siempre. Pero podemos administrar nuestro tiempo de manera más efectiva al enfocarnos en las cosas que importan y avanzar más rápido a través de las cosas que no. Tan simple como eso.
3. Parar es importante
Debemos salir a andar, para que la mente pueda fortalecerse y vigorizarse con un cielo despejado y mucho aire fresco. A veces adquirirá energía de un viaje en coche y un cambio de escena o de socializar y beber libremente. Ocasionalmente, incluso deberíamos llegar al punto de embriagarnos, hundirnos en la bebida pero no quedar totalmente inundados por ella; porque sí elimina las preocupaciones, y agita el alma en sus profundidades, y cura la tristeza al igual que cura ciertas enfermedades.
Séneca. sobre la brevedad de la vida.
La gestión del tiempo a menudo se vuelve difícil porque caemos en una rutina. Siempre estamos en movimiento, siempre luchando por algo. Y aunque este ajetreo a menudo lo identificamos como productividad, no es sostenible ni es una buena manera de pasar nuestro tiempo. Entonces, ¿Cómo paramos en este mundo tan ajetreado y recargamos? Al aprender a gestionar nuestros descansos estratégicos. La mente necesita descansar de las demandas del día, y si nos olvidamos de darnos esas pausas tan necesarias, estamos obligados a agotarnos. Sin mencionar que trabajar constantemente hace que nuestra mente no este despejada y esté todo el día dándole vueltas al trabajo, y eso no es vida.
Muchas personas encuentran que levantarse de su escritorio una vez al día y dar un breve paseo puede hacer maravillas por su estrés y ansiedad relacionados con el trabajo. Escuchar música y hacer ejercicio también son excelentes opciones, lo que sea que te haga desconectar.
Las palabras de Séneca nos instan a hacer una pausa no solo para una gestión eficaz del tiempo, sino también para nuestro propio bienestar. Debemos resistir al impulso de estar en constante movimiento y recordar volver a energizar. Leer, escribir, caminar, no importa. Lo único que importa es que detengamos la locura que es el trabajo y miremos a nuestro alrededor de vez en cuando.
4. Domina los tres tiempos
La vida es muy corta y ansiosa para quienes olvidan el pasado, descuidan el presente y temen al futuro.
Seneca. sobre la brevedad de la vida.
Séneca creía que el tiempo se dividía en tres partes: el pasado (que es inalterable), el presente (que es transitorio) y el futuro (que es incierto). Las estrategias actuales de gestión del tiempo casi siempre instruyen a los estudiantes a formular sus horarios de acuerdo con el futuro. ¿Esa presentación que tienes que exponer? Asegúrate de incluirla en el calendario a tres meses vista. Haz tarjetas para ello y práctica tres noches a la semana antes del gran día. Las palabras de Séneca nos ayudan a comprender que el futuro no es todo lo que importa. No, el estoico moderno debe dominar los tres dominios del tiempo.
Con respecto a nuestro pasado, tenemos que aprender de él. Todas esas otras veces en las que intentamos organizarnos con “x” método, o utilizamos una aplicación organizativa, o compramos una buena agenda: debemos recordarlo todo y cómo no funcionaba para nosotros. De esa manera, no perderemos el tiempo probando esas cosas de nuevo.
En el presente, debemos recordar que es transitorio. El tiempo avanza constantemente, nos envejece y nos acerca a la muerte. La gestión eficaz del tiempo significa mantener estos pensamientos a la vanguardia. Sabiendo que el tiempo se nos está acabando, lo valoramos más. Eliminaremos lo que no nos ayuda a crecer y duplicaremos las cosas que sí lo hacen. Así es como nos convertimos en grandes gerentes del tiempo.
Finalmente, el futuro. Exilio, tortura, guerra, naufragio. Estas palabras provienen de Séneca, ya que insistió en que centrarnos en el peor resultado posible prepara nuestras mentes para lo que pueda traer el día. No podemos pasar todo nuestro tiempo preocupándonos por el futuro. Entonces, por supuesto, estaríamos descuidando el presente. Pero siempre debemos mirar hacia el horizonte y anticipar lo que traerá.
Domina las tres partes del tiempo y, al hacerlo, mejoraremos drásticamente nuestra capacidad de administrar tu tiempo.
5. Guarda tu tiempo como un tesoro
Las personas son frugales guardando su propiedad personal; pero tan pronto como se desperdicia el tiempo, desperdician la única cosa en la que es correcto ser tacaño.
Séneca. sobre la brevedad de la vida.
Aquí, en este mismo momento, el tiempo está pasando. No podemos perseguirlo porque siempre nos superará. No podemos moverlo hacia atrás o hacia adelante más rápido de lo que ya se está moviendo. La cantidad de tiempo que tenemos está totalmente fuera de nuestro control, pero la forma en que pasamos nuestro tiempo sigue siendo nuestra.
No tratamos el tiempo como algo valioso a pesar de que es nuestro recurso más preciado. Una comparación interesante podría ser aquellos que gastan todo su dinero tontamente y aún se quejan de sus dificultades financieras. Observamos a esas personas y pensamos “qué desperdicio de ellas” a pesar que hacemos exactamente lo mismo con el tiempo.
A medida que intentamos desarrollar nuestras habilidades de gestión del tiempo, debemos tener en cuenta este ejemplo. Cada horario que hacemos, cada táctica que empleamos, todo importa. Los seres humanos estamos intercambiando el producto más valioso que la vida tiene para ofrecer, y muchos de nosotros estamos demasiado preocupados con las distracciones de la vida que no reconocemos esto hasta que es demasiado tarde.
Conclusiones
Somos los directores generales de nuestro tiempo. Todo lo que hacemos, todos los días, es una elección. La verdad es que todos luchamos por administrar certeramente nuestro tiempo y todos tenemos una enorme responsabilidad. Pero no tenemos que ser esclavos del estrés, la ansiedad y la falta de preparación.
Recuerda implementar estos principios estoicos: opta por la gratificación retrasada, tómate tu tiempo en las cosas que realmente importan, haz una pausa de vez en cuando, domina las tres partes del tiempo y tratalo como si fuera tu bien más preciado. Cuantas más estrategias experimentemos, más refinados serán nuestros horarios. Por lo tanto más refinada será nuestra vida.
Fuente: Daily Stoic
Deja una respuesta