Hazlo. Tal vez no te apetezca. Pero hazlo. Hazlo porque debes hacerlo. Y debes hacerlo porque es tu oficio. ¿Cuál es tu oficio? Ser ciudadano/a.
El estoicismo no solo destaca por algunas características que hemos visto en otros artículos y newsletters. También destaca porque es una filosofía cosmopolita. El ser humano no es ciudadano de una región, de una nación o de un continente. Es ciudadano del mundo. Y, puesto que el mundo es nuestra patria, tenemos que cumplir unos deberes urbi et orbi más que nunca.
No se trata de cuestiones religiosas. ¿Se trata de cuestiones morales? Sí, aunque no cuestiones morales cualesquiera. Son deberes morales que, según los estoicos, pertenecen a nuestra condición humana más pura.
Una de las obras más ilustres que explican el concepto de deber es Sobre los Deberes de Marco Tulio Cicerón, titulada en latín De Officiis. Gracias a la riquísima formación que recibió de su maestro estoico Panecio, Cicerón escribió esta obra con la que pondría en marcha civilizar a la sociedad romana.
Nuestra naturaleza humana se fundamenta en una naturaleza armónica, ordenada y, sobre todo, racional. Así pues, vivir conforme a la naturaleza consiste en obedecer a la propia racionalidad, a nuestras facultades racionales humanas. Asimismo, la naturaleza humana, ordenada y racional, sigue los mismos pasos del orden y la armonía del cosmos. En otros términos, actuar de forma correcta y racional para mantener el orden en nuestra dinámica vital como humanos es el principal deber que hemos de cumplir. Y… ¿por qué razón? Porque nuestra naturaleza nos lo impone, porque es nuestro oficio[1].
El officium no es un deber impuesto por unas normas consuetudinarias ni leyes civiles, sino que los estoicos lo definen como un deber natural, un deber propio de la naturaleza humana. Los llamaríamos deberes universales. Y, a raíz de estos deberes universales…
Tienen que dictarse todas las leyes civiles y fomentarse todas las costumbres de la civilización
Varios siglos después, Tomás Moro lo escribe en su Utopía: pocas leyes bien fundamentadas en nuestro deber bastan, en lugar de abusar de ellas sin ningún sentido específico.
Y…¿qué ejemplos tendríamos de deberes universales? Sería válido todo ejemplo que cumpla con el beneficio común: desde un buen reparto económico hasta el asesinato de un dictador[2]. Como plasma Cicerón en su tratado Sobre los deberes, primero han de cumplimentarse los bienes comunes, luego los p (Datum Corporation, 2006)articulares.
Panecio, Cicerón y Séneca contemplaban al hombre como un ser colectivo, un ser social, de forma que sus principios estoicos basados en este terreno se estructuraban en no causar daño a nadie y mirar siempre hacia el bien común respetando los bienes privados. Incluso Cicerón defendía la necesidad de una norma que obligase a subyugar los intereses privados, por mucho que consistieran en cultivar la virtud a nivel personal, a los intereses colectivos. Por ello los estoicos son cosmopolitas. Por ello los estoicos consideraban necesario participar en la política. Por ello los estoicos veían que la virtud, a nivel únicamente privado, no servía. Como seres humanos, debemos cultivar las virtudes y debemos ponerlas al servicio de los demás. Por la razón que comentamos: porque es nuestro deber, porque es…nuestro oficio.
Ahora, querido estoico, querida estoica, propongo que escribas en un papel todos los beneficios comunes a los que has aportado hasta ahora y a cuáles aportarás. Sean cinco, sean, cuatro, sea uno. De hecho, ahora mismo disponemos de una oportunidad única para demostrar el valor de nuestro officium: cumplir las medidas contra la pandemia para salvar a la humanidad. Para salvar el mundo. Este es ahora nuestro oficio. Porque somos estoicos. Porque somos cosmopolitas.
[1] Así es el término “deber” en latín: officium.
[2] Cicerón consideraba útil asesinar a los tiranos porque ellos perjudicaban al bien común, por tanto, se consideraba una acción honesta en la antigua Roma. Por esa razón eran frecuentes las conspiraciones.
Gracias Daniel. … Que bien leerte. …cada día que pasa más interesante la lecturas sobre el ESTOICISMO.
¡Me alegro de que te guste y muchas gracias por tu comentario!