Séneca y Claudio. ¿Amistad o enemistad? Se disponen escasos testimonios que definan la relación del filósofo con el emperador. De hecho, sólo encontramos una moneda con dos caras. Bajo el poder de Claudio, sabemos que Séneca fue acusado de adulterio y, en consecuencia, atravesó ocho duros años de exilio. En cambio, algunos hechos apuntan a que el emperador no sentía tanto disgusto por el intelectual cordobés, puesto que patrocinó un programa político fundamentado en su tratado Sobre la ira con el fin de manifestar su oposición a la figura de tirano que plasmó el gobernante anterior, Calígula. Y este tratado, junto con otro texto que comentaremos, parecía concordar con el regreso de Séneca a Roma.
Es fácil pensar que dicho tratado poseía un carácter adulador para recibir el perdón del emperador (obviamente un perdón de una supuesta acusación planificada). Ahora bien, además de intervenir Agripina en el regreso de Séneca (como sabemos, eran claras sus intenciones de que Séneca fuera el preceptor de su hijo Nerón), el filósofo no deseaba abandonar en su destierro su actividad política y escribió Sobre la ira para dar la esperanza de conseguir con Claudio un gobierno justo y ético.
Esta intención laudatoria también se refleja en su Consolación a Polibio. En este texto encontramos alabanzas hacia el emperador Claudio mientras él seguía residiendo en Córcega:
No dejaré de hacerte presente constantemente a César: mientras gobierne él las tierras y muestre cuánto mejor se guarda el poder con favores que con armas, mientras esté él al frente de los destinos de los hombres, no hay peligro de que sientas que has perdido algo: en él solo tienes protección suficiente, consuelo suficiente. Alzate y cuantas veces acudan las lágrimas a tus ojos, otras tantas dirigirlos a César: se secarán con la contemplación de la más grande y más brillante divinidad; su resplandor los deslumbrará de manera que no puedan mirar ninguna otra cosa, y los mantendrá clavados en él.
Puesto que el destinatario de este tratado, Polibio, era liberto de Claudio, Séneca aprovechó un mismo texto para dotarlo de sus preceptos estoicos de manera que este mantenga un ánimo sereno y recto a pesar de la pérdida de un ser querido, en concreto su hermano, y al mismo tiempo anunciar la venida de un César más justo y clemente con Claudio.
Ahora bien, una vez que Claudio falleció, en el elogio fúnebre que Nerón pronuncia para su deificación, el hijo de Agripina pareció pronunciar textualmente las palabras que hoy en día encontramos en su sátira Apocolocyntosis. De la misma manera que los romanos, tras la muerte de un emperador virtuoso, realizan un acto de deificación del mismo, llamado «apoteosis» (transformación del emperador en un ser divino, en un dios), Séneca escribe la Apocolocyntosis (transformación del emperador Claudio en calabaza). Una vez que Nerón pronunció tales palabras de la sátira de Séneca, tal como narra el historiador Tácito, el pueblo romano estalló a carcajadas.
¿Por qué Séneca alababa a Claudio y después lo ridiculiza tras su muerte? ¿Pretendía con las alabanzas únicamente recibir el perdón para regresar del exilio? ¿Fueron actos puramente aduladores? Ante esta oposición entre Séneca y el emperador Claudio, cabe encontrar una actitud hipócrita por parte del filósofo. Sin embargo, esta doble cara de Séneca tiene sentido. Aunque su Consolación a Polibio y la Apocolocyntosis presenten un sentido absolutamente opuesto, estas obras responden a una misma trayectoria: la actividad política.
Sobre la consolación, es cierto que Séneca elogia a Claudio, pero no abandona su intención de elaborar un discurso pragmático y moralizador propio de su pensamiento, de tal forma que cumple una doble función: inculcar en Polibio una actitud estoica frente a la muerte de su hermano y conseguir el perdón de Claudio mediante la expresión de los atributos de un buen gobernante. Por ello, no dejaría de ser un escrito con carácter filosófico-político. A su vez, los textos laudatorios dirigidos a gobernantes de Roma no tenían por qué consistir en «intenciones aduladoras», sino que se trataba de una costumbre o tradición perteneciente a la propaganda política. Junto con Sobre la ira, Consolación a Polibio plasmaba la llegada de un nuevo gobierno, hecho que ofrecería a Polibio el crecimiento de su ánimo ante la desgracia de su familiar.
Así pues, resulta confuso hablar de adulación en cuanto a esta obra, ya que, cuando hablamos de adulación, nos referimos a lo que muchos asesores políticos hicieron en la historia: elogiar a su líder para recibir los mayores bienes, sin dar importancia a los defectos del gobierno ni a los problemas sociales del momento. El hecho de que Polibio fuera uno de los libertos más cercanos del emperador motivó a Séneca para componer una preciosa carta consolatoria útil tanto para él como para asegurar un gobierno más justo.
Por otro lado, el elogio fúnebre que tanto se burla de Claudio también posee su significado. ¿Qué quiso plantear Séneca con este punto de humor presente en la Apocolocyntosis? También por motivos puramente políticos. Séneca pretendía llevar a cabo una reforma y, al iniciarse un periodo ilustre con Nerón, el régimen anterior debía ser expuesto como una «tiranía». En otras palabras, el comienzo de Nerón como gobernador exigía dar a entender al pueblo romano que se abría paso a una reforma política. Podríamos afirmar que se perciben en estas acciones un cierto carácter hipócrita o falso. Sin embargo, tales acciones, sin quedar para nada claro que Séneca las desarrollarse por plena voluntad, fueron realizadas por necesidad para iniciar una reforma puesta en marcha por su discípulo Nerón.
En este cambio de gobernador, conviene prestar atención a la figura de Agripina, pues ella, incapaz de contener su impaciencia, recurrió al veneno para dar muerte a Claudio y fin a su principado. Ante este asesinato, los asesores de Nerón, Séneca y Burro, apenas supieron cómo reaccionar. En cambio, la razón es que Burro y Séneca esquivaban obstáculos con el fin de inculcar al emperador una figura intelectual capaz de establecer un cambio en el sistema de gobierno. No resultaba apropiado actuar contra la madre del nuevo emperador, el cual se hallaba en pleno proceso formativo.
A raíz de estas cuestiones, conviene aclarar que fue Séneca el elegido para instruir a Nerón por ciertas razones. En tiempos de Claudio, las condiciones de la vida pública habían sufrido notables cambios: la estructura aristocrática casi había sido eliminada y Nerón era demasiado joven para intervenir en la formación propia de sus sucesores, que consistía en cumplir una serie de misiones bajo tutela de mentores adultos. De esta manera, Agripina consideraba imposible que Nerón acompañara a Claudio y decidió dar a su hijo a un hombre en aquellos momentos muy honrado que había demostrado su grado de lealtad con los hijos de Germánico: Séneca.
En suma, el vínculo entre Séneca y Claudio fue ciertamente neutro. Es posible que Séneca observase tanto virtudes como defectos en el emperador que precedía a su pupilo. Sin embargo, Consolación a Polibio y Apocolocyntosis, textos que muestran respectivamente aprecio y vituperio, forman dos obras que Séneca escribió tal vez «por obligación propia» o tal vez por coacción. Lo que es seguro es que fueron por obligación política. ¿El fin justifica los medios? Muchos ya calificaron a Séneca de hipócrita en su época y él, en uno de sus tratados, dio respuesta.
Artículo escrito por Daniel Arenas.
PD: Este artículo pertenece a una serie de 5 artículos relacionados con las contradicciones de Séneca. Aquí te dejamos enlazados los demás. Esperamos que te gusten. 😄
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